sábado, septiembre 9

Fausto y el Huevo de la Serpiente


Sábado, 09 de Septiembre de 2006


EL ESTILO FAUSTICO DEL CAPITALISMO MODERNO

Daños colaterales

Si se lee en clave moderna la segunda parte del Fausto de Goethe, sobre el hombre que vende el alma al diablo para comprarse la eterna juventud, no tardará en salir a flote una aterradora descripción de las situaciones más impiadosas de los siglo XX y XXI... el estilo fáustico y realista que caracteriza toda la saga del capitalismo moderno: la naturaleza como estorbo y los seres humanos, insumos prescindibles y modelos anticuados; ambos continua y trágicamente considerados daños colaterales exigidos por toda transformación.

párrafos notables del artículo:

En los últimos capítulos (de Fausto de Goethe), Fausto aparece empeñado en una verdadera revolución productiva. Su socio Mefistófeles acaba de inventar el papel moneda, el endeudamiento público y hasta la inflación. Fausto le ha encargado la ejecución de sus planes de modernización del país y ha puesto a sus órdenes un vasto ejército de trabajadores, sometidos a duras fatigas y una férrea disciplina. Durante las noches, sus mesnadas remueven la tierra, queman los bosques, extraen minerales, ganan tierras al mar, abren canales y construyen diques. Cuando la sangre y el sudor dejaron de correr y los gritos apagaron, Fausto sube a su mirador de la colina y se extasía imaginando que pronto allí “vivirán millones, inseguros, pero libres para la acción”. Lo de “inseguros” es todo un programa.



Pero de pronto, allá en las dunas junto al mar, descubre que en medio de sus tierras han quedado en pie una cabaña, una capilla y un jardín. Allí viven Filemón y Baucis, nuestros viejos conocidos, que fueron respetados porque tienen fama de socorrer a náufragos y vagabundos.

A Fausto, la cabaña de los viejos le resulta un estorbo, porque se le acaba de ocurrir levantar una torre precisamente en ese lugar. Tratándose del Progreso y de gente tan inútil como esa, explica, “uno se cansa de ser justo...”. Se le ocurre pues expropiar la casa, de modo que manda emisarios a negociar con los ancianos. Sus enviados les ofrecen dinero y les prometen que serán reubicados en una vivienda más moderna, lejos del teatro de operaciones. Pero los viejos son testarudos, y se empeñan en quedarse allí.

Entonces Fausto recurre a su consejero Mefistófeles. Como todos saben, Mefistófeles es el diablo. Como tal, se siente obligado a recordarle a Fausto que “quien tiene la fuerza, también tiene el derecho”. Para conformarlo, promete
ocuparse personalmente del asunto.Por la noche, el vigía divisa un incendio. A la mañana, Mefisto se presenta para reportar que él y su grupo de tareas han allanado el rancho, y ante la inoportuna resistencia de los viejos, se han visto obligados a matarlos y prenderle fuego a la cabaña.

Fausto se horroriza, llama “monstruo” a Mefisto y lo echa de su despacho. Pero el diablo se marcha con una sonrisa, no sin antes recordarle la historia del rey Ajab, que según la Biblia ya había hecho lo mismo. Después de todo, parece decir, alguien tiene que ocuparse de hacer el trabajo sucio...

Los Filemón y Baucis modernos se convierten así en los primeros desaparecidos, los daños colaterales que acarrean los cambios estructurales. Los emigrantes, desplazados, refugiados, marginados y excluidos de la globalización deberían reconocerlos como sus santos patronos.

...artículo completo aquí


quizá el lector quiera medir un aspecto de su "faustidad" al formar parte del proyecto mefistofelico hoy en marcha, hay un test que mide eso, ver Test Personal Huella Ecológica

la ilustración es del artículo Capacidad de Carga

Para algo mas información un corto y buen artículo de La Rioja, ¿Que es la huella ecológica?.

Para mucha mas información -» Inquiries In Global Change: Systems Modeling, Spatial Analysis and Critical Reading Activities

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